¡Descubre todos los tipos de iluminación para el diseño interior!
La invención de la bombilla cambió por completo la manera en que las personas se desenvuelven y realizan sus actividades en el día a día, haciéndonos completamente independientes de la luz del sol para tener visibilidad. Con el pasar de los años, la luz dejó de ser simplemente un instrumento para superar la oscuridad y se convirtió en un elemento primordial al momento de diseñar y distribuir cualquier espacio interior. Como diseñadores, siempre estamos buscando la mejor manera de iluminar nuestras casas con luz natural y artificial para establecer el ambiente y la atmósfera de cada espacio.
El diseño de la iluminación nos ayuda a crear escenas dentro de cualquier espacio, con los colores y las superficies, también influye en la estética y en la forma en que una persona percibe la habitación y cada elemento en ella. Existen muchos tipos de iluminación dentro de la arquitectura interior; y en este blog te explicaremos los básicos e infalibles que no deben faltar al momento de ambientar un espacio.
01. Los tres tipos de iluminación para lograr el diseño perfecto
La iluminación decorativa y funcional tiene tres niveles o “capas” diferentes que se superponen para crear un diseño único, que enfatiza ciertas secciones de una habitación y crea el ambiente adecuado dependiendo de para qué sirve el espacio en cuestión.
Para lograr el diseño de iluminación perfecto, primero, tenemos que hacer una lista de las actividades que tienen lugar en una habitación, teniendo también en cuenta la decoración de su interior. Estos aspectos determinan el posicionamiento, la cantidad y los tipos de luces que se deben utilizar para que cada actividad pueda realizarse cómodamente y se logre un ambiente de iluminación sorprendente.

fOTO POR: CDN Home Design

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02. Iluminación general.
También conocido como iluminación de ambiente, este tipo de iluminación es el tipo más básico para proporcionar visibilidad a una habitación sin una dirección específica.
Existen dos tipos de iluminación general: la luz natural, que proviene de las ventanas o los tragaluces del techo, es una fuente muy valiosa debido a su impacto positivo en el ser humano y en la factura eléctrica; y por otro lado, tenemos la iluminación artificial, siendo esta la que utilizamos cuando el sol ya se ha puesto. Este es el tipo de luz que podemos manipular para lograr una visual completa del espacio, obteniendo luz de manera general que alumbra el espacio sin resaltar un punto en específico.
La iluminación artificial general tiene dos tipos de fuentes que pueden ser luces que apunten de arriba hacia abajo (lámparas de techo) o de abajo hacia a arriba (lámparas de pie):
– Las luces descendentes proyectan la luz hacia el piso desde un punto más alto como el techo o una pared, rebotando en las paredes y los muebles para crear un efecto multiplicador, incluso si no queremos. Candelabros, luces de riel, accesorios para techos y paredes son ejemplos de luminarias con luz descendente.
– Las luces hacia arriba apuntan directamente hacia el techo, creando un brillo suave e indirecto en una habitación el cual rebota en las paredes y el techo. Las lámparas empotradas en el piso y los apliques de pared son un gran ejemplo de estos accesorios de iluminación.
03. La segunda capa: iluminación focal.
En cualquier vivienda, algunas actividades requieren una iluminación más específica y direccionada para obtener una mejor visibilidad y control de lo que se hace.
Cocinar, leer y estudiar son ejemplos de tareas que necesariamente requieren de una luz más intensa y brillante para facilitar el trabajo.
La iluminación focal debe ser hasta tres veces más brillante que la iluminación general, preferiblemente con bombillas que no calienten para crear un ambiente cómodo y fresco, las luces de trabajo demasiado brillantes solo harán que tu vista se canse o se fatigue antes de lo necesario.
Las luces bajo los muebles aéreos de la cocina, lámparas de escritorio o de pie para iluminar el área de lectura son ejemplos perfectos de cómo utilizar este tipo de iluminación.

Foto cortesía: Iluminika.

Foto cortesía: Certified Lighting
04. Por último y no menos importante: iluminación de exposición.
Además de crear un ambiente agradable, este tipo de iluminación se utiliza para resaltar las características arquitectónicas sobresalientes u objetos decorativos como pinturas, obras de arte y esculturas.
Al igual que la iluminación focal, la potencia de la bombilla no debe ser mayor de 3 veces la luz general para no crear un contraste tan marcado. La posición y la ubicación de estos acentos está determinada por el objeto que desea enfatizar, creando una línea recta o en ángulo desde la fuente hasta el objeto, siempre asegurándose de que la luz no bloquee su línea de visión.
Generalmente suelen ubicarse en rieles o spots desde el techo a un ángulo de 30 grados, siendo ésta la posición más común y efectiva para evitar deslumbramientos y puntos calientes.
05. Utilizar la luz como elemento del diseño.
La inmaterialidad ha tomado protagonismo sobre todas las demás formas y materiales para decorar porque a través de la luz, un elemento intangible, es posible enriquecer cualquier proyecto, tanto interior como exterior, resaltando sus matices, texturas y colores.
La iluminación artificial debe jugar un papel decorativo por su valor escultórico en cuanto a calidad, intensidad y color de luz, permitiéndonos crear diferentes escenas en un mismo espacio con tan solo jugar con los interruptores y hasta patrones interesantes que añadirán un punto de interés en cualquier habitación con tan solo colocar las luminarias de una manera específica como en esta imagen.

Foto cortesía: Studio N Lighting
